Sin duda alguna hablar de aborto legal es algo que se presta a profunda controversia, tanto así que continúa siendo un tópico sumamente discutido no solo en México sino en muchos países. Lo que no está sujeto a discusión es que muchas mujeres acuden a una clínica de aborto a realizarse este procedimiento, mismo que debe hacerse de manera profesional e higiénica para evitar poner en riesgo su salud.
Es un hecho es que en buena parte del planeta la discusión al respecto está más que avanzada y en lugares como la Ciudad de México el aborto libre y legal es una realidad. Anteriormente muchas mujeres perdían la vida al someterse a procedimientos abortivos de mala calidad, realizados en clínicas clandestinas donde frecuentemente se operaba con métodos, herramientas e instalaciones insalubres.
Hoy eso ha cambiado drásticamente y si se necesita recurrir a una clínica de aborto CDMX es una opción incluso para las mujeres que no habitan dentro de su territorio.
Acudir a realizarse el procedimiento médico del aborto no es una decisión fácil para una mujer, ya que en muchos casos implica fuertes dilemas al momento de tomar la decisión. Sin embargo también hay que considerar que el continuar con un embarazo no deseado es otro factor que puede originar importantes consecuencias de corte psicológico. Las mujeres que lo hacen frecuentemente son víctimas de patologías como la depresión y la ansiedad, al vivir con un miedo frecuente originado por la experiencia de continuar con el proceso de embarazo de manera forzada. Esto solía ser la regla general antes de la legalización del aborto en la Ciudad de México, pero ha ido cambiando de manera gradual a partir de entonces.
En la actualidad se están realizando estudios que buscan recabar información empírica sobre todos los rubros que hemos mencionado, con miras a determinar el impacto real de tópicos como las muertes por abortos mal realizados en México y también el impacto y consecuencias psicológicas y emocionales que sufren las mujeres que son forzadas a continuar con un embarazo no deseado, ya sea por la presión de la pareja o familia o bien por las legislaciones que en muchos lugares todavía penalizan la realización de este controversial procedimiento.
Si analizamos las cifras a nivel regional veremos datos interesantes. Por ejemplo, en América del Sur existe una cantidad más alta de muertes maternas relacionadas con el aborto, lo cual se ha ligado a otros dos indicadores: la proporción de abortos clandestinos contra abortos legales (en zonas donde el aborto es ilegal más mujeres fallecen por esta causa) y por supuesto el uso de anticonceptivos (en zonas donde el uso de estos es mayor, se dan menos embarazos no deseados).
Estudiar a fondo este tema sigue siendo una tarea complicada. Muchos datos que se pudieran utilizar para el análisis no se encuentran disponibles debido, en gran medida, a que en muchas regiones el aborto continúa sin ser legal. La clandestinidad al respecto dificulta llevar conteos adecuados y oficiales sobre el procedimiento y sus verdaderas consecuencias y beneficios.
Lo que resulta innegable (sin importar la posición que cada persona puede tener al respecto) es que muchas mujeres continúan sometiéndose al procedimiento bajo circunstancias deplorables y es urgente que tengan al alcance opciones que operen dentro de la norma.
