Anna Anderson fue una estadounidense de origen polaco que afirmó ser Anastasia Romanov, Gran Duquesa de Rusia, quien en realidad fue asesinada junto a toda la familia imperial rusa por un comando bolchevique encabezado por Yákov Yurovski, el 17 de julio de 1918, en Ekaterimburgo.
Después del triunfo de la revolución bolchevique, resultaba imperioso para el nuevo régimen el desaparecer todo rastro del último de los zares, Nicolás II, y también de su familia, con el objeto de eliminar toda posibilidad de sucesión y de extirpar completamente cualquier vestigio del zarismo de la sociedad rusa. Por esa razón, los bolcheviques decidieron ejecutar a toda la familia Romanov.
Sin embargo, Anderson, tal como lo hicieron otras mujeres, afirmó ser Anastasia, apoyada por una historia ficticia que narraba la supervivencia y escapatoria de la princesa. En 1922, públicamente, dijo ser Anastasia Romanov por primera vez, y de inmediato fue desmentida por familiares de la duquesa y otras personas que le conocieron en vida. No obstante, Anderson continuó haciéndose pasar por ella, ganando un número considerable de adeptos.
En 1927, una investigación financiada por el hermano de la zarina Alejandra Fiodorovna, madre de Anastasia y muerta junto con ella, arrojó que Anna Anderson era en realidad Franziska Schanzkowska, una obrera nacida en Polonia, que padecía transtornos mentales.
No obstante que este caso de suplantación llegó hasta los tribunales en Alemania (donde Anderson vivió alternadamente con los Estados Unidos la mayor parte de su vida), y de que tal proceso dictaminó que la mujer era incapaz de comprobar ser Anastasia, el caso tuvo mucha publicidad en los medios de comunicación hasta los años ’60. La popularidad que alcanzó Anderson fue tal que llegó a haber libros completos afirmando y negando que se trataba de la princesa.
En 1984 Anderson, quien se había casado con el profesor de historia norteamericano Jack Manahan, falleció en los Estados Unidos y sus restos fueron inhumados en Alemania.
Anna Anderson no fue Anastasia Romanov
Tras la caída de la Unión Soviética, se hallaron los restos de toda la familia del zar Nicolás II, incluida Anastasia. El zar, la zarina y tres de sus hijas fueron hallados en 1991, y sus dos hijos restantes en 2007. Las pruebas de ADN confirmaron plenamente su identidad.
En contraste, exámenes realizados a muestras de tejido intestinal de Anna Anderson arrojaron que no tenía ningún parentesco con la familia real rusa, y en cambio su ADN sí coincidió con el de su verdadera línea genealógica polaca.