00Radioactivo 98.5, concepto creado por José Álvarez (quien salió en 2003), fue una de las estaciones de radio más importantes y con mayor audiencia en México durante la década de los ’90 e inicios de la primera década del siglo XXI, debido a la originalidad y radicalidad de su propuesta.
De 1992 a 2004, la estación, ubicada en el 98.5 de FM, fue sin duda alguna uno de los proyectos radiales más exitosos no solamente de ese período, sino de toda la historia de la radio en México, dando al rock un espacio y enfoque hasta entonces inéditos.
Radioactivo tuvo una gran trascendencia debido a su notable uso de la libertad de expresión, lo cual era poco común en los medios masivos de su tiempo debido a las condiciones políticas que prevalecieron en México durante los 71 años de gobierno del Partido Revolucionario Institucional, cuyo régimen ejercía una fuerte presión sobre los medios.
Su rasgo distintivo fue la sátira de la política y el consumismo, por medio de spots de autopromoción, creados por la pluma de Martín Hernández. Son recordados, sobre todo, los llamados Juguetes Radioactivo, spots que parodiaban la vida nacional al mismo tiempo que a la industria juguetera y sus métodos de comercialización. Su conductor más conocido, que también llegó a ser, en algún período, su director, fue Olallo Rubio.
En 2004, Radioactivo desapareció para dar paso a Reporte 98.5, espacio de noticias que vendría a ocupar la misma frecuencia. Los directivos de Grupo Ángeles, corporativo propietario de Imagen Telecomunicaciones (a la sazón dueña de la estación), fueron que ante la cercanía de las elecciones de 2006, era menester contar con más espacios de noticias y análisis. Diversas voces, incluida la de uno de sus fundadores, Arturo López Gavito, coinciden en que el cierre obedeció a un asunto de rentabilidad. Para los propietarios de la estación, representaba una mayor oportunidad de negocio utilizar la frecuencia para transmitir programación de noticias y análisis político, ante la coyuntura que se vivía en México debido a la guerra política que estaba ya en curso.
La desaparición de la estación dejó un hueco que no se llenó en la radio mexicana, ya que un importante sector de la juventud del país constituía su audiencia.