Todos sabemos que en las bodas avientan al novio en una tradición que es tan famosa como poco estudiada. Y es cierto que esta costumbre es uno de los rituales más simbólicos y esperados de las bodas por lo divertido que resulta para todos los participantes en él (no siempre para el novio, que a veces sufre fuertes caídas).
Por lo general el novio es despojado de algunos elementos de su vestimenta (lo cual no siempre se realiza así) para después ser lanzado por los aires por un grupo de personas asistentes a la fiesta, normalmente familiares o amigos cercanos.
Avientan al novio, pero de muertito
A pesar de que el origen de la tradición es incierto, hay quien piensa que surgió en México (a pesar de que se realiza en muchos países) y simboliza el paso del novio hacia una nueva vida, que también se asocia con la idea de que simbólicamente el novio está “muriendo” con el acto de casarse. Por eso se le arroja, representando así la “muerte” de su vida anterior para abrir paso a un nuevo ciclo de mayor compromiso y estabilidad. Por esta razón es que avientan al novio y por ello es cargado “de muertito” antes del lanzamiento.