La facturación de un negocio es algo que no se puede pasar por alto, tanto así que desde hace mucho tiempo la emisión de comprobantes fiscales es un proceso básico y obligado en todos los establecimientos físicos y negocios en línea.
Ya sea que se trate de facturación en el pago a cuenta de terceros o de un pago convencional y directo, conviene que cada persona que tenga o vaya a abrir un negocio de cualquier índole dedique un tiempo a pensar en cómo y con qué herramientas va a correr sus procesos de facturación.
La emisión de facturas proporciona certeza a los clientes que adquieren un producto o servicio y les brinda una herramienta útil y con validez oficial para poder comprobar gastos de manera interna (si es el caso de una empresa o negocio establecido) y, principalmente, externa, es decir ante la autoridad fiscal competente.
Cada vez más clientes optan por realizar sus adquisiciones de bienes y servicios de forma exclusiva con proveedores que ofrecen la emisión de un comprobante fiscal mejor conocido como factura, sobre todo en una época donde el dinero físico va reduciendo gradualmente su uso y toda operación queda registrada de forma digital. En otras palabras, la ausencia de una factura en el manejo de tus productos y servicios se traduce en la pérdida de valiosas ventas y, sobre todo, de clientes potenciales que podrían volver a requerir de tus servicios.
El cliente que solicita la emisión de una factura es por definición un cliente establecido y formal, por lo que posiblemente volverá a requerir de ti en el futuro si queda satisfecho la primera vez. Por ello, el no expedir comprobantes fiscales a tus clientes no implica solamente la pérdida de una venta individual, sino que muy posiblemente signifique un costo de oportunidad legítimamente incalculable para tu negocio.
También hay que considerar el factor competencia, ya que todos los grandes jugadores de las distintas industrias están hoy mismo facturando a sus clientes y trabajando para dominar sus mercados, por lo que cada venta que un proveedor sin la correcta facturación deja ir, será tomada por otro que sí cumpla con ese importante requisito.
La facturación de un negocio: los pagos a cuenta de terceros
Antes que nada hay que establecer que los pagos a cuenta de terceros son todos aquellos que el contribuyente realiza con un tercero, relacionado o no, cuando el titular se ve imposibilitado para realizarlo, por ejemplo, si es un residente de otro país.
En este tipo de casos, la elaboración de una factura para el ciente final sigue siendo sumamente importante para motivos fiscales, y la no expedición de esta podría derivar (otra vez) en que el prospecto decida buscar opciones que sí le ofrezcan la emisión del comprobante fiscal.
Hoy en día existen grandes soluciones de facturación en línea por medio de la propia autoridad fiscal y sus entidades autorizadas, así como también para pago a cuenta de terceros. Como en todo aspecto de la vida, en el a veces tan complicado tema de la facturación de un negocio es importante recurrir a los lugares y personas adecuadas en busca de buenos resultados.