Desde hace mucho existe la creencia de que los cuchillos no se regalan. Se piensa que regalar un cuchillo a una persona representa el cortar la amistad existente, y por lo tanto vaticinan un próximo distanciamiento o incluso pelea entre las personas involucradas. Por lo tanto, en vez de regalar el cuchillo, se piensa que debe intercambiarse por una moneda, o bien trocarse por algún otro objeto, a pesar de que éste tenga un valor meramente simbólico.
El acto de regalar un cuchillo ha sido visto de esa manera en distintas partes del mundo, incluyendo países de América, Europa y Asia (el Feng Shui chino postula ideas nada positivas sobre los objetos punzocortantes en general, incluyendo cuchillos, navajas y tijeras).
Sin embargo, en algunas naciones esta creencia no funciona de la misma forma. En algunas partes de Argentina, por ejemplo, regalar cuchillos un buen gesto, símbolo de amistad y demuestra preocupación por la seguridad del amigo, ya que se interpreta como una contribución para que esa persona pueda proteger su hogar, familia y bienes.
Hay que señalar que estas creencias son únicamente supersticiones, y que como tales carecen de cualquier fundamento científico, no obstante el arraigo que han logrado, desde hace mucho tiempo y en lugares tan distantes.