Los lápices son amarillos. Seguramente nos hemos dado cuenta de que la mayoría de los lápices son de este color , esto es algo muy habitual para todos, pero sin duda alguna que no es un hecho aleatorio, si bien hoy en día el mundo entero los reconoce con este color simplemente con verlos.
Pues bien, los lápices se originaron alrededor del siglo XVI, y la referencia más antigua a ellos se encuentra en la obra de Honrad van Gesner, un médico y botánico de origen alemán-suizo.
El origen de los lápices que son amarillos se debe a la L&C Hardmuth, una compañía austriaca que en el año 1890 comenzó a crear lápices en este color (antes de eso no se producían lápices de un color específico, o simple y sencillamente no tenían ningún color pintado, es decir, se vendían con la madera expuesta).
Se trataba de un lápiz con un precio superior al que normalmente tenían estos utensilios, así que el color amarillo se convirtió en un sinónimo de lápices de gran calidad. Debido a ello, otros fabricantes comenzaron a crear lápices de apariencia similar y así se estandarizó y popularizó internacionalmente que los lápices estuvieran pintados de color amarillo.