El universo zombie ha crecido mucho en los últimos años después del gran éxito de series como The Walking Dead y Z-Nation, sin mencionar las películas comerciales que han logrado reposicionar el género como uno de los favoritos de la audiencia.
A pesar de que en estas producciones no se establece que los zombies comen cerebros, sin duda alguna esta idea es parte del imaginario popular desde hace muchísimo tiempo. ¿Pero a qué se debe? Aquí te lo vamos a decir.
Los zombies comen cerebros: el origen
Parece ser que la idea de que los zombies comen cerebros tiene su origen en un filme que mucha gente ubica perfectamente pero mucha otra no, a pesar de tratarse de una película tan importante que es considerada la madre del género moderno de los muertos vivientes (es decir el concepto zombie tal como lo conocemos).
El Amanecer de los Muertos del legendario George A. Romero es la película de la que estamos hablando, y en ella muy seguramente nació la idea de que los horribles y putrefactos muertos vivientes se alimentan de la materia gris de las personas vivas. También, en la cinta El regreso de los muertos vivientes de Dan O. Dannon, se dice que comen cerebros porque esto los libera del dolor de estar muertos en vida. Como sea, tal explicación solo resultaría canónica en el universo al que pertenece esta cinta.
A pesar de que esta idea fue descartada en producciones tan importantes como The Walking Dead, donde los zombies se alimentan de toda la carne humana (pareciendo tener una preferencia especial por las vísceras), la idea de que comen cerebros también ha sido presentada en otras películas y hasta en series como Los Simpson, donde todos recordamos la escena de los zombies haciendo toc-toc en el cráneo de Homero sin encontrar nada dentro.
El hecho de que muchas producciones audiovisuales, cómics y otros productos de la cultura pop no establezcan que los zombies se alimentan de cerebros quizá se haya debido al difícil acceso al alimento que tendrían de ser así: el cráneo es un hueso extraordinariamente sólido, por lo que no bastaría con una mordida o un arañazo para acceder a él.
Coman o no cerebros, lo cierto es que muchas personas en el mundo amamos a los muertos vivientes y si estás aquí lo más probable es que seas una de ellas. Es más, vamos todos a maratonear TWD por cuadragésima ocasión.