Los primeros carritos de servicio o serving cart, surgieron en la época de los 40, cuando en la época victoriana se acostumbraba tomar el té. Se caracterizan por ser muy prácticos y de gran utilidad. Te ayudan a llevar y traer cosas, desde vajillas y vasos, hasta comida y bebidas.
Son ideales si se te antoja hacer una comida o una parrillada en el jardín o la terraza.También son un gran aliado si lo que quieres es sorprender con un detalle a esa persona especial.
Parte de la decoración de tu hogar, y así facilitar la limpieza al poder moverlo. Por ejemplo, para ordenar artículos en el baño.O para organizar tu sala y, además, darle un toque de estilo.
El carrito de servicio y las plantas
¿Eres amante de la naturaleza? Entonces necesitas uno, ya sea para las plantas de interiores (así podrás moverlas a donde haya sol), o bien para aquellas que tienes en el jardín.
Un tipo muy conocido es el carrito de servicio bar o bar cart, éste se popularizó en Estados Unidos de América durante la década de 1950, después de “la prohibición”, pues organizar fiestas era todo un arte, una costumbre habitual llena de glamour.
Actualmente, estos carritos se utilizan tanto en bares como hoteles, pero últimamente también son parte de los hogares. Puede que seas un gran conocedor de vinos y bebidas. Aunque tampoco es necesario que seas un experto sommelier para disfrutar de un momento de relajación.
En la oficina también puede haber uno, es más… ¡Hasta los de Mad men tienen el suyo!
¿Con estas ideas ya te animaste a tener un carrito de servicio? Entonces puedes buscar opciones de calidad y modernas. Becara, por ejemplo, te ofrece un carrito de servicio súper funcional, si quieres conocerlo, visita su página.