Prácticamente todas las personas aprendimos desde la infancia que a los ratones les gusta el queso y esto se debe sin lugar a dudas a una razón en específico. No podría ser que todos lo pensáramos así como así, como si fuera producto de una alucinación colectiva o viniéramos programados para pensarlo. Antes de explicar por qué todos sabemos o creemos saber que a estos roedores les fascina dicho lácteo, vamos a aclarar si esta idea que tanto damos por hecho es real o definitivamente no, ya que parece difícil para muchos de nosotros siquiera ponerlo en duda.
Dicen que a los ratones les gusta el queso
Por extraño que pudiera parecernos, a los ratones no les gusta el queso, o al menos no les gusta más que otras centenares de cosas que muerden por ahí. El Dr. David Holmes realizó una investigación al respecto en la Universidad de Manchester, la cual arrojó resultados que para muchos de nosotros pueden resultar sorprendentes: a los ratones no les gusta especialmente el queso. Según este trabajo el olor y sabor del queso llegan incluso a resultar desagradables para la mayoría de las ratas y ratones.
Sin embargo la creencia de que a los ratones les gusta el queso no parece provenir de alguna serie animada ni nada que se le parezca, sino de un origen mucho más antiguo. Posiblemente de la Edad Media o incluso antes.
Supuestamente la idea se originó cuando, luego de que los quesos eran almacenados y dejados por un tiempo, al ser revisados se les encontraban heces y pequeñas mordidas hechas por estos animales. Sin embargo todos estaremos de acuerdo en que lo más probable es que ese tipo de ataque a la comida se habría presentado (y posiblemente en mayor medida) de haberse tratado de otro comestible. Dicho de otra forma, si en el lugar al que logran acceder los roedores no hallan algo de su preferencia, terminarán comiendo -literalmente- lo que haya disponible. En otras palabras, si son capaces de comer cartón podrán devorar un trozo de queso sin problemas, aunque no precisamente sea este su alimento favorito. Si recordamos que un ratón promedio come más de 15 veces al día, entenderemos que en algún punto del tiempo tocará el queso si es que lo hay.
Pero dejando de lado el origen real de la idea, el hecho es que la cultura popular ha contribuido enormemente a que todos pensemos que a los ratones les guste el queso aunque no necesariamente sea de esa manera. Relatos populares, canciones, películas, historietas y series animadas han hecho lo suyo para que pasemos por real este mito.
Sin embargo tampoco se puede afirmar cabalmente que a los ratones no les guste para nada el queso, ya que no todos ellos son iguales. Existen muchas variedades y hábitats en los que las pasiones culinarias de estos animalitos pueden resultar más que distintas.
Así que aunque esté lejos de ser una regla general, no dudamos que existan ratoncillos como el de la imagen, que gusten de acercar el hocico a un buen trozo de queso.