Todos nos hemos preguntado por qué damos toques o echamos chispas cuando al tocar algún objeto o a otra persona sentimos una pequeña sensación de descarga eléctrica. La razón está ligada con la composición natural de nuestro organismo, ya que casi el 70{6e16761cec0be8c444be7b2025ec764e25f4f8e53f787cb6eb1eb5027784ac4b} de éste es agua ionizada, lo cual nos vuelve conductores de la energía eléctrica.
Esta electricidad proviene de la acumulación de carga eléctrica en una zona con poca conductividad, gracias a algún aislante. Cuando el exceso de carga contenido en algún objeto entra en contacto con nuestro cuerpo o cualquier otro objeto con un exceso de carga pero con una polaridad opuesta, se generan estos “toques”, o dicho de otra manera, “echamos chispas”.
El ejemplo más común es el de los zapatos con suelas plásticas. Nuestros cuerpos, conductores naturales de electricidad, van absorbiendo energía de otros objetos, pero ésta no puede ser liberada por la acción aislante de las suelas de nuestro calzado. Así que, al tocar otro objeto, la energía acumulada se libera por esa vía, lo cual en ocasiones nos hace sentir esas pequeñas y singulares descargas eléctricas.