Andy Warhol, pintó las famosas latas de sopa, entre otras muchas obras, debido a la corriente artística en la que militaba y de la que fe estandarte: el pop art, el cual, como su nombre lo indica retrataba e inmortalizaba los símbolos de la cultura popular de su tiempo, particularmente la norteamericana, en la que basó la mayor parte de su obra. Además, está el hecho de que Warhol se había desempeñado como ilustrador comercial, lo cual influyó su estilo.
También se piensa que Warhol necesitaba un nuevo tópico para trabajar luego de haber dejado las tiras cómicas. Otra versión apunta a que Muriel Latow, dueña de una galería de arte en Upper East Side, New York, le sugirió esta idea.
Por otro lado G.R. Swenson, crítico de arte, preguntó a Warhol qué lo motivó a pintar las latas, a lo que respondió: “Acostumbraba beberlas, tenía el mismo desayuno todos los días durante 20 años”.
La serie original consiste en 32 lienzos, de 50.8 x 40.6 cm., y cubre toda la variedad de sopas que Campbell enlataba en esa época. Esta serie serigráfica fue enviada por Warhol al comerciante de arte Irving Bloom para montar la primera exposición completamente dedicada a la obra del artista.