En realidad este es un mito falso pues el avestruz no esconde su cabeza bajo la tierra.
El avestruz (cuyo nombre científico es Struthio Camelus), es la ave más grande y más pesada en el mundo y no vuela sino que es corredora. Se ha adaptado a la vida sobre la tierra e incuba sus huevos en una cavidad en el suelo.
En parte esta creencia se ha popularizado debido a que en las caricaturas representan a los avestruces como animales miedosos que a la primera señal de peligro esconden su cabeza en la tierra.
En realidad, lo que el avestruz a veces hace es colocar su cabeza a ras de suelo para desconcertar a sus depredadores, haciendo que no puedan ubicar su largo cuello y cabeza y parecer un arbusto, aunque es más frecuente que corran o ataquen.
Probablemente el único momento en que un avestruz tiene la cabeza bajo el suelo, es cuando el macho se ayuda de su pico para crear la cavidad en que las hembras colocarán los huevos y donde posteriormente se turnarán para empollarlos (el macho durante la noche y las hembras durante el día).
El huevo de avestruz tiene un peso de entre 1 y 2 kilogramos y llegan a medir 25 centímetros de largo.
Al nacer los polluelos es el macho el que se dirige la crianza ayudado de las hembras. Cuando se encuentran familias de avestruces distintas, los padres se pelean para quedarse a cargo de la crianza de todos los polluelos, con frecuencia llegando a tener más de cien crías.