La Pascua es la festividad central del cristianismo, en ella se conmemora la resurrección de Jesús al tercer día de su crucifixión. Por lo menos desde el siglo VIII se ha incluido en la celebración de la Pascua la tradición de un conejo que esconde huevos de chocolate adornados con dibujos y listones.
Los orígenes del conejo de Pascua son paganos, es decir que no son parte de la tradición cristiana ni de otra religión monoteísta. Se cree que la elección del conejo es debido a su relación con la fertilidad y la procreación, y que su uso se remonta a los antiguos pueblos del norte de Europa.
La imagen del conejo ha sido asociada a diosas como la fenicia Astarté, a quien se le dedicaba el mes de abril, o con Ostara o Eostre, antigua divinidad germánica de la primavera. Ha habido autores como el monje benedictino Beda el Venerable, que señalan que el mes de abril era llamado por los antiguos anglosajones eosturmonath y que la divinidad Eostre se encuentra en el origen de la festividad de Pascua, cuyo nombre en inglés es Easter.
Es hasta el siglo VIII cuando los cristianos germanos transfieren esta fiesta de la primavera a la fe cristiana adaptándola a sus tradiciones.
La leyenda del conejo de Pascua trata de un conejo que estuvo escondido en el sepulcro de Jesús que había proporcionado José de Arimatea. Desde su escondite, el conejo vio pasar a mucha gente llorando y lamentándose por la muerte de Jesús, y se preguntaba por quién sería aquél hombre al que tanto querían. Luego el conejo se quedó solo en la tumba de Jesús y observó el milagro de la resurrección: Jesús se levantó y dobló las sábanas con las que había sido envuelto, un ángel quitó la piedra que tapaba la entrada y Jesús salió caminando de aquél lugar. El conejo supo entonces que Jesús era el hijo de Dios y quiso comunicarlo al mundo, pero como los conejos no hablan decidió entonces llevar huevos pintados, como mensaje de vida y alegría, pues Jesucristo resucitó y es motivo de alegría. Se dice que desde entonces cada Pascua sale a dejar huevos de colores en las casas del mundo.