El conocido como “golpe a Excélsior” fue un movimiento interno que transformó la línea editorial y cambió la dirigencia de dicho periódico mexicano, y que tuvo lugar el 8 de julio de 1976.
Historia del golpe a Excelsior
En 1968, el periodista Julio Scherer García se convirtió en el director del periódico Excelsior, que había sido fundado en 1917 por Rafael Alducin (periodista y empresario, que introdujo a México el Día de las Madres en 1922) y que desde 1932 era una cooperativa.
Scherer promovió una línea crítica contra el gobierno (en un período de elevada agitación política, en el que diversos movimientos sociales se desenvolvían en el país), incorporando nuevos colaboradores a la plantilla del periódico y fomentando la libertad de expresión, en una época en que los medios de comunicación seguían la línea oficial dictada desde las cúpulas del gobierno. Debido a su novedosa oferta editorial, Excélsior se convirtió en uno de los principales medios de comunicación de México, adquiriendo un renombre y prestigio internacional. Sin embargo, y debido a su postura crítica, fue objeto de una intervención por parte del gobierno del entonces Presidente Luis Echeverría Álvarez, que operó de forma encubierta una sublevación en la cooperativa en contra de Scherer y su consejo editorial. Al frente del grupo disidente se encontraba el periodista Regino Díaz Redondo, quien tras la famosa asamblea del 8 de julio de 1976, que consumó el llamado golpe a Excélsior, tomó el control del rotativo. A partir de este hecho, tras el cual Scherer y su equipo tuvo que abandonar el periódico, éste comenzó a contar con apoyo extraordinario por parte del gobierno y debido a su línea oficialista, llegó a ser considerado propiedad del Estado mexicano.
Scherer y sus allegados, por su parte, fundaron otros medios, como la revista Proceso y el diario UnoMásUno (del que una nueva escisión dio origen más tarde al periódico La Jornada).
Al llegar al poder el Presidente Ernesto Zedillo en 1994, su gobierno rediseñó el sistema de relaciones con los medios, eliminando los apoyos económicos a Excélsior. Por su parte, Díaz Redondo permaneció al frente del periódico hasta el año 2001 cuando, tras la llegada del Partido Acción Nacional al poder, se cortó de tajo la relación entre gobierno y medio.
En 2006, el periódico fue vendido al Grupo Imagen de Olegario Vázquez Raña, desapareciendo como cooperativa.