Contrario a lo que la gente piensa comúnmente, el pan tostado engorda más que el pan normal, debido a una razón más que sencilla: contiene más harina y menos agua que el pan convencional.
En el caso del pan blanco o pan integral, la corteza que recubre el pan es la parte que contiene más calorías, debido a que contiene poca agua. En contraste, el migajón tiene menos calorías debido a que posee una mayor cantidad de agua. Debido a esto, la misma cantidad (100 gramos, por ejemplo) de pan blanco o integral convencional resultan con menos calorías que si fueran de pan tostado.
¿Por qué entonces el pan tostado resulta más “tolerable” para algunas personas?
Frecuentemente, nos es más “fácil” digerir el pan tostado, y sentimos que “cae menos pesado” al estómago. Esto se debe a que al tostarlo, se rompen las cadenas de almidón, surgiendo unas cadenas denominadas dextrinas, que se digieren con más facilidad.