El quetzal es un ave famosa por su plumaje (que alcanza a medir hasta 90 centímetros en su cola) y por ser un símbolo de libertad debido a que históricamente estas aves siempre morían cuando se encontraban en cautiverio.
El quetzal, ave nacional de Guatemala, es una especie en peligro de extinción, por lo que lograr que vivan y se reproduzcan en cautiverio tiene una gran importancia para su conservación.
El médico veterinario Estudillo López, creador del aviario El Nido ubicado en Ixtapaluca, Estado de México, descubrió que en libertad los quetzales nunca bebían agua directamente de ríos o lagos, sino que la tomaban de las hojas de la planta bromelia. Esta planta produce ácido tántrico que se mezcla con el agua depositada en sus hojas, lo cual ayuda a los quetzales a crear una defensa en su organismo contra el hierro que consume en su dieta. Al no poder tomar esta mezcla de agua con ácido tántrico los quetzales morían. Al hacer este descubrimiento, Estudillo logró mantener a los quetzales vivos en cautiverio
La reproducción de los quetzales en cautiverio se consiguió por primera vez en cautiverio en 2011 en El Nido y en 2012 se transmitió por primera vez en vivo el nacimiento de un quetzal en cautiverio.