La historia de la crema Chantilly (también escrito como crema chantillí) es muy singular, porque mucha gente creería que ha existido desde que nació la panificación, sin embargo no es así. Fue inventada por el suizo Francois Vatel, gran cocinero de los tiempos del monarca francés Luis XIV de Francia, conocido como El Rey Sol.
Vatel fue todo un innovador del arte culinario, como lo demuestra la invención de la ahora mundialmente famosa crema batida.
Hay un hecho, además de la invención del chantilly, por el que la vida del maistre Vatel alcanzó trascendencia histórica: en 1671 se realizó una recepción en el Palacio de la ciudad de Chantilly, con la presencia del Rey y de toda su corte, la Corte de Versalles. La fiesta, organizada por el Príncipe de Condé, para el que Vatel servía en ese momento, era muy importante políticamente, ya que perseguía la finalidad de reconciliar al Rey Sol con el Principe, que era visto como un traidor por haber participado de una rebelión contra la monarquía. De conseguirse la reconciliación, el Príncipe de Condé le facilitaría soldados al Rey para la guerra contra Holanda.
Aunque se menciona que para tal evento, que duró tres días con sus noches, es que se habría inventado el Chantilly que hoy todos conocemos, se ha consensuado que ya existía previamente, inventada por Vatel mientras servía al Príncipe en Palacio. Sin embargo, durante esta fiesta de tres días sí ocurrió otro hecho de suma trascendencia: la vida de Francois Vatel tuvo su trágico final. La maratónica reunión se desarrolló durante la Semana Santa, en la que la tradición católica obliga a la vigilia. Para la desgracia de Vatel, el pescado para el menú del día viernes no llegó a tiempo, provocando tal estrés en el inventor de la crema Chantilly, que se quitó la vida apuñalándose el pecho.
