El término piloto es ampliamente conocido hoy en día, sobre todo en la televisión norteamericana y entre los que son adeptos a ella.
Los episodios piloto tienen como finalidad el evaluar el potencial de una serie, introduciendo a la audiencia en el contexto de ésta y realizando estudios a partir de su publicación. Es algo así como un episodio de prueba.
Los episodios piloto pueden tener distintas duraciones e incluso llevar o no el nombre final que se utilizará para la serie. Ha habido casos de producciones que tras rodar el piloto realizan cambios drásticos en el reparto.
También se utiliza este concepto en las series animadas, como en el caso de Los Simpson, cuyo famoso episodio piloto se ha convertido en objeto de culto, mostrando un diseño de personajes bastante distinto al que a la postre se volvería mundialmente famoso.
Los episodios piloto son una práctica común en los Estados Unidos, no así en las producciones televisivas de habla hispana.