Los Premios Nobel son entregados a personas destacadas en diversas disciplinas del conocimiento y el desarrollo humano. Se llaman así debido a Alfred Nobel, científico originario de Suecia, inventor de la dinamita entre otras cientas de creaciones, desarrolladas con fines industriales y militares.
Sin embargo, y aunque existe el mito de que Nobel se oponía a que sus inventos fueran utilizados con fines bélicos, él mismo se benefició de forma millonaria de la industria militar, adquiriendo en 1894 la siderúrgica Bofors, a la que convirtió en un importante y poderoso productor de armamento. Nobel se enriqueció fabricando productos basados en sus inventos, como la cordita (tipo de pólvora sin humo, basada en nitroglicerina y nitrato de celulosa).
Sin embargo, el propio Albert Nobel se sorprendió cuando un diario francés publicó, creyendo que había fallecido (tras la muerte de su hermano Ludvig), un obituario en el que se le denominaba “mercader de la muerte”. Este hecho lo impactó profundamente, haciéndolo cuestionarse sobre la forma en que el mundo le recordaría. Por ello decidió cambiar su testamento. En la versión final de éste, Nobel solicitó que se instituyeran los premios que llevarían su apellido, como reconocimiento para las personas que destinaran su vida a desarrollar avances en beneficio de la humanidad. Por ese medio, el propio Nobel dictó las ramas de la ciencia y el arte que serían ser premiadas, así como las instancias que elegirían a los condecorados. De esta forma, el químico decidió que se destinara la mayor parte de su inmensa fortuna a este propósito, realizándose la primera ceremonia de premios Nobel en el año 1901.
Los Premios Nobel continúan vigentes hasta hoy, en las áreas de Física, Química, Medicina, Literatura (Nobel también fue poeta) y Paz. Estos premios se entregan cada 10 de diciembre (aniversario luctuoso de Nobel) en Estocolmo, Suecia, a excepción del Nobel de la Paz, que se entrega en Oslo, Noruega.