Almas muertas es considerada una de las más grandes novelas de la literatura rusa, toda una obra maestra del siglo XIX. Definida por el propio Nikolái Gogol como poema épico en prosa, narra la historia de Pável Ivanovich Chichikov, ruso de clase media que junto a su cochero decide recorrer Rusia en busca de títulos de propiedad de siervos ya fallecidos (antes de la emancipación de los siervos en Rusia en 1861).
La primera parte de la novela se publicó en 1842, retratando la dura crisis social del imperio ruso de su época. Se conservó únicamente esta primera parte, y fragmentos de la segunda, sin que el mundo conociera la obra completa que constaba, según se sabe, de tres partes.
Se piensa que Gógol quemó el resto de la obra, o los avances que llevaba, aparentemente por haber decidido dedicar su vida a la oración en vez de la literatura, tras una peregrinación a Jerusalén. Otra versión apunta a que realizó la quema al no sentirse satisfecho con los resultados de su obra. Pese a ello, Almas muertas fue considerada la primera novela rusa moderna.
Gogol murió sin terminar la novela, que pese a ello se convirtió en una joya literaria de todos los tiempos, y su autor en un referente que sirvió de modelo a muchos autores posteriores.