La mundialmente famosa estatua Liberty Enlightening the World, cuyo nombre en francés es La Liberté éclairant le monde, fue un obsequio dado por Francia a los Estados Unidos de América en 1886, conmemorando los cien años de la independencia norteamericana. El regalo fue hecho justo en el momento en que Estados Unidos salía de la guerra civil, y se encontraba en un período de reconstrucción, y fue idea del abogado y legislador francés Eduardo Laboulaye.
La estatua, mejor conocida como Estatua de la Libertad, es considerada patrimonio de la humanidad por la Unesco desde el año 1984, catalogada con el nombre “Monumento Nacional Estatua de la Libertad”.
Es obra del escultor Fréderic Augusthe Bartholdi, quien aparentemente se inspiró en el rostro de su madre, Charlotte Bartholdi, para crear las monumentales facciones de la escultura, mismas que fueron exhibidas por separado en la Exposición Universal de París, en 1878. La estructura interna la diseñó nada menos que Alexandre Gustave Eiffel, creador de la igualmente famosa torre que lleva su apellido, ubicada en París.
Lleva una corona de siete picos, que simbolizan los siete mares y los siete continentes, y que parece inspirada a la que se utilizaba en la representación del dios solar griego Helios, lo cual sugiere una inspiración del artista en el Coloso de Rodas, representación monumental de dicho dios que estuvo ubicada en la isla de Rodas, en Grecia.