La denominación de origen es un indicador que se aplica a productos agrícolas o alimenticios para indicar una procedencia geográfica, la cual le representa una reputación al producto debido a la calidad de la producción que tiene lugar en determinada zona. La denominación de origen sirve para distinguir los productos elaborados en una zona geográfica de los productos del mismo tipo que son elaborados por productores ajenos a ella, algunos de los cuales pudieran denominar con el mismo nombre a sus productos.
Las denominaciones de origen son señaladas por Indicaciones Geográficas (IG), las cuales son protegidas por tratados internacionales, tales como:
- Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial de 1883
- Arreglo de Lisboa sobre Protección de las Denominaciones de Origen y su Registro Internacional
- Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC), en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Algunos ejemplos de denominación de origen existentes hoy en día, son los siguientes:
Tequila. Bebida destilada que se produce en el “pueblo mágico” llamado así, Tequila, un municipio del estado de Jalisco, en México.
Champagne. Vino espumoso de la región francesa de Champagne.
Roquefort. Queso azul francés producido en la región del pueblo de Roquefort, que se ubica en Francia.