Las lágrimas saben saladas debido a que en su composición se encuentran diluidas varios tipos de sales. 
Dependiendo del motivo que las provoque, éstas tienen variantes en su tipo de salinidad. Cuando son provocadas por motivos emocionales como tristeza, dolor, angustia, desesperación o alegría, proteínas, contienen potasio, manganeso, proteínas y hormonas como la prolactina, la adrenocorticotropa y la leu-enkefalino, en cantidades mayores que las lágrimas producidas para limpiar y mantener hidratados los ojos.
Cuando lloramos perdemos agua, pero también sales acumuladas. En realidad todas las secreciones de nuestro cuerpo, como las producidas por los lagrimales, contienen sales en disolución.
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