Las partidas inmortales de ajedrez son partidas en las que se desarrollaron combinaciones de jugadas que han maravillado a los jugadores de ajedrez de su época y se han convertido en material de estudio de las siguientes generaciones.
El término se retoma del nombre “La Inmortal” con el que el ajedrecista Karl Ernst Falkbee bautizó en 1855 una partida jugada en el marco del Torneo de Londres de 1851, entre Adolf Anderssen y Lionel Kieseritzky, la cual no formó parte del torneo sino que se jugó durante uno de los descansos.
La partida “La Inmortal” es la siguiente:
Otra partida jugada por Anderssen dentro de las partidas inmortales, es la bautizada “La Siempreviva”. Sobre ella Steinitz aseguró que “Por esta partida Anderssen se merece una imperecedera corona de laurel”; y Chigorín comentó: “Considero que esta es una de las partidas más brillantes que se han jugado en la Historia”.
1.- Anderssen – Dufresne, Berlín 1852. ‘La Siempreviva’.
Algunas de las partidas inmortales de ajedrez son las siguientes:
Mackenzie – Mason, París 1878. ‘La inmortal de Mackenzie’.
Zukertort – Blackburne, Londres 1883. ‘La inmortal de Zukertort’.
Steinitz – Von Bardeleben, Hastings 1895. ‘La inmortal de Steinitz’.
Sämisch – Nimzowitsch, Copenhage 1923. ‘La inmortal del zugzwang’.
Glucksberg – Najdorf, Varsovia 1929. ‘La inmortal polaca’.