La fábrica mexicana de juguetes Lily Ledy comenzó actividades a inicios de la década de los ’50 y en poco tiempo se convirtió en el máximo referente de la industria juguetera en el mercado mexicano. Varias generaciones de niños de este país crecieron jugando con el enorme catálogo de productos de la empresa, que incluyó muchas de las principales licencias.
El concepto de la empresa era mixto: Lily (juguetes para niñas) y Ledy (para niños) y de él provenía el nombre. La compañía contó con las licencias de franquicias como DC, Marvel, Thundercats, He-Man, Star Wars y Barbie, cuyos juguetes se comercializaban en México de forma exclusiva por la firma. La trascendencia de Lily Ledy en la historia de la industria mexicana se debe a que fue la primera empresa en introducir juguetes oficiales en el mercado mexicano, convirtiéndose en pionera en el ámbito de las licencias, de manera similar a lo realizado por Editorial Novaro en la industria editorial.
La calidad de los juguetes de Lily Ledy era comparable a la de sus versiones originales del mercado norteamericano, como se puede observar en esta foto comparativa entre una figura de Batman producida por Lily Ledy y su similar fabricada por la empresa Kenner: 
