Los Beatles dejaron de presentarse en vivo en 1966, dando su último concierto el 29 de agosto de ese año en la ciudad de San Francisco, en el Candlestick Park.
En sus últimos cuatro años tocando en vivo, la banda de Liverpool hizo nada menos que 1, 400 apariciones en directo en varios países.
La decisión de dejar de tocar en vivo se debió a algunos problemas suscitados durante las giras, y a la dura presión que éstos representaban para ellos:
- John Lennon había declarado que ellos eran “más grandes que Jesús”, lo que le produjo fuertes críticas y una dura campaña proveniente de las religiones judeocristianas, que incluso llegaron a promover quemas públicas de discos y afiches del grupo, especialmente en América. Inclusive fueron objeto de boicot por parte del grupo supremacista blanco Ku Klux Klan.
- Querían llevar una vida “normal” y dedicarse al perfeccionamiento de sus piezas musicales. John Lennon declaró que en la última gira algunos fanáticos les llevaban personas lisiadas, pensando que si ellos los tocaban se curarían. Ese tipo de situaciones, aunadas al frenetismo tradicional de los fans, provocaron la decisión.
- Se rumora también que dejaron de tocar en vivo porque los gritos de las fans no permitían que la música se escuchara bien. Esto provocaba que el culto a la personalidad de los integrantes eclipsaba la misma producción musical de la banda. Suena lógico, ya que la tecnología de amplificación era aún muy limitada.
- En 1966, visitaron Filipinas, donde su mánager Brian Epstein rechazó una invitación de la Primera Dama, Imelda Marcos, a una recepción oficial en su honor. Esto se debió a que Epstein tenía como política que el grupo no acudiera a recepciones oficiales. Esto les provocó una campaña local adversa, que terminó en un zafarrancho en el aeropuerto que incluyó agresión física contra su road manager, Mal Evans.
“Sólo volveríamos allí con una bomba atómica. No quiero ni sobrevolar las Filipinas”.
John Lennon