Los peces payaso o Amphiphrion ocellaris son una de las variedades más hermosas entre los peces que habitan el océano. Ellos viven guarecidos dentro de diez diferentes especies de anémonas venenosas, y gracias a las cuales realizan con mayor facilidad la mayoría de sus procesos vitales, incluyendo el reproductivo.
Los peces payaso ante sus depredadores: atracción fatal
Debido a sus llamativos colores, los peces payaso atraen rápidamente a los depredadores si se exponen demasiado, por eso han desarrollado la capacidad de guarecerse en un lugar que para otras especies resulta inhóspito: una anémona venenosa.
Así, el pez payaso es capaz de atraer a otras especies hacia la anémona, quien las paraliza y devora, hecho que el payaso aprovecha para alimentarse con los fragmentos pequeños que quedan.
A su vez, cuando el pez payaso nada entre los tentáculos de la anémona, está ayudando a la oxigenación de ésta, ya que ese nado beneficia y mejora el flujo constante de agua en ese espacio. Este tipo de relación, donde dos especies se asisten para obtener beneficio común, se llama mutualismo.
Pese a que gracias a la vida en acuarios se ha demostrado que estos peces, que inspiraron la famosa película Finding Nemo, no dependen completamente de las anémonas, sí se ven sumamente beneficiados con esta cooperación, ya que para ambas especies ésta representa la mejor manera de vivir sin muchas complicaciones.