Elvis Presley es reconocido como una de las máximas leyendas de la música de todos los tiempos, tanto por la calidad de su trabajo y su incomparable carisma, como por lo prematuro y dramático de su fallecimiento, ocurrido el 16 de agosto de 1977, cuando contaba con solamente 42 años de edad.
La novia de Elvis, Ginger Alden, fue quien lo encontró tirado en el baño de su casa, siendo declarado oficialmente muerto más tarde, a las 3:30 P.M, en el Hospital Baptist Memorial.
Una fuerte controversia que continúa hasta hoy emergió alrededor de los motivos de la muerte del llamado Rey. A pesar de que la causa se determinó como un infarto al miocardio, mucha gente, entre la que destaca Peter Guralnick, biógrafo de Presley, sostiene que tal se derivó de una sobredosis de medicamentos, específicamente de píldoras prescritas. Se habló de arritmia, un padecimiento que sólo se puede diagnosticar en un paciente vivo. También padeció una cardiomegalia o hipertrofia cardiaca, patología que consiste en un agrandamiento anormal del corazón, y que afecta ventrículos o aurículas.
Dos meses después, se presentaron dos nuevos estudios de laboratorio, mismos que detectaron la presencia de catorce distintas drogas en el cuerpo de Evis Presley, entre anfetaminas, sedantes y otras sustancias prescritas. Esta situación que provocó un proceso en contra de su médico, lo que a la larga provocó que le retiraran la licencia.
No obstante, en 1994, se volvió realizar un análisis de la autopsia de Elvis Presley. Para entonces, el Dr. Joseph Davis afirmó que no había elementos suficientes para concluir que el infarto del cantante hubiera sido originado directamente por el consumo de sustancias.
A pesar de toda esa polémica, se coincide en que la polimedicación a la que el Rey del Rock estaba sujeto (que sí está comprobada) contribuyó de una manera u otra a provocarle el infarto al miocardio que le costó la vida.
