Pocas veces nos detenemos a pensar el por qué nos saludamos de mano. Al parecer este hábito, ya social y firmemente establecido, proviene de la Edad Media, cuando era un requisito entre dos hombres el saludarse con la mano desarmada, para poder entablar cualquier tipo de interacción. El saludo se instituyó para representar la paz y la buena voluntad, ya que el tener las manos unidas simbolizaba que nadie iba a utilizar un arma.