La Guerra Fría fue uno de los períodos más ríspidos en la historia de la política internacional. Comenzó luego de la II Guerra Mundial, alrededor del año 1947, y terminó en diciembre de 1991 con la caída de la Unión Soviética.
Luego de la II Guerra, Estados Unidos y la URSS comenzaron una intensa rivalidad en aras de expandir su influencia, encono que se agudizó ante la nueva coyuntura dando inicio a la Guerra Fría. Esta competencia entre ambas potencias mundiales se llama así debido a que a pesar de las diferencias manifiestas entre ellas, no llegó a la confrontación militar directa. No obstante, este proceso tuvo implicaciones en el mundo entero y en algunas ocasiones alcanzó un alto grado de tensión.
Así y durante muchas décadas, el capitalismo representado por los Estados Unidos y el comunismo soviético de la URSS compitieron duramente en los terrenos político, diplomático, propagandístico, deportivo, científico y prácticamente en todas las ramas de la actividad humana, jugando el espionaje y el contraespionaje un papel esencial en el flujo de información de Washington a Moscú.
La Guerra Fría y la caída de la Unión Soviética
En 1991 terminó la Guerra Fría a raíz del proceso que había iniciado en 1985 con la llegada al poder en la URSS de Mijail Gorvachov, quien comenzó los procesos conocidos como Perestroika y Glasnost, los cuales otorgaban libertades políticas y económicas a los estados miembros y ciudadanos de la Unión, de manera inédita en la URSS. La caída del Muro de Berlín en 1989 también es simbólica del fin de la Guerra Fría, ya que la defensa y la oposición a éste eran un importante bastión del aparato de propaganda de los dos países.
En resumen, la Guerra Fría terminó por la caída de uno de los países que la sostenían: la Unión Soviética, que se disolvió oficialmente el 25 de diciembre de 1991 al separarse de ella sus principales países miembros.
