Actualmente se considera a los delfines los animales más inteligentes del planeta después de los seres humanos, debido a sus capacidades individuales y sociales, al grado que algunos científicos han señalado que deberían ser tratados como “personas no humanas”.
Son muchas las capacidades de los delfines que sugieren su alto nivel de inteligencia, las cuales han sido estudiadas científicamente con el objetivo de evaluar qué tan desarrolladas son.
Diversos estudios científicos han arrojado resultados que invitan a considerar la inteligencia de los delfines, sobre todos los de especie nariz de botella, por encima de los chimpancés y todos los primates, exceptuando al ser humano, y se ha determinado que el cerebro de los delfines es frecuentemente de mayores proporciones que el del ser humano respecto al tamaño del cuerpo. En este aspecto, otro punto importante a resaltar es la similitud de su cerebro con el de los humanos en su conformación en pliegues, los cuales “aumentan el volumen de la corteza cerebral y la habilidad de las células cerebrales para interconectarse entre ellas.”
Se cree que los delfines tienen personalidades definidas, que pueden diferenciarse fácilmente entre un espécimen y otro, así como una conciencia clara de sí mismos y la capacidad de pensar y actuar en base a razonamientos sobre el futuro.
Es sabido su alto grado de comunicación, llegando a considerárseles como animales culturales, debido a que rápidamente aprenden a través de la convivencia nuevos comportamientos sociales. Por ejemplo, delfines salvajes han aprendido a nadar sobre la superficie del agua impulsándose con su cola, tras observar a delfines que han estado temporalmente en cautiverio en delfinarios en los que seres humanos los entrenaron para ello, o los delfines de la costa de Australia Occidental que aprendieron a proteger sus hocicos con esponjas cuando buscan alimentos espinosos.
Otro ejemplo de su inteligencia es la capacidad que tienen de reconocerse en un espejo y de utilizarlo para analizar partes de sus cuerpos, habilidad que se consideraba única de los seres humanos y de algunos primates.
Existen muchas otras características de los cetáceos que los definen como animales sociales, culturales e inteligentes, por ejemplo la forma en que cazan en grupo, similar a una formación de tipo militar, y su desarrollado sistema de comunicación.