Sin duda alguna Pedro Infante es legendario. La figura del cantante y actor nacido en Mazatlán, Sinaloa, es una de las más aclamadas y respetadas en México y en muchos otros países. Sin embargo, y a pesar de identificarla plenamente, puede no resultar tan familiar para las nuevas generaciones.
La trascendencia de Pedro Infante se debe sin lugar a dudas a su gran carisma y talento, pero también a su trayectoria, misma que se vio prematuramente truncada debido a su trágica muerte.
Hay que dejar en claro que Pedro Infante no sólo es producto de la publicidad que los medios del pasado y el presente le han otorgado. En su carrera, el artista sinaloense logró cosas como:
- Grabar más de 300 canciones, muchas de ellas icónicas por su estilo de interpretación.
- Rodar 60 películas, de las que prácticamente todas se volvieron icónicas.
- Por la cinta Tizoc, ganó un Oso de Plata como mejor actor principal en el Festival Internacional de Cine de Berlín, y un Globo de Oro a la mejor película extranjera.
- Ganó dos premios Ariel, por la cinta antes mencionada en 1957, y un año antes por La vida no vale nada.
Es decir, la trayectoria de Infante es en sí misma factor para considerarlo una leyenda de todos los tiempos, sin contar con el hecho de que su fallecimiento prematuro y en condiciones trágicas, coadyuvó para convertirlo en inmortal. Hoy por hoy, la figura de Pedro Infante es uno de los rasgos distintivos de la cultura popular mexicana más presentes y conocidos por prácticamente todo el que haya nacido en el país o tenido cierto contacto con él.
PEDRO INFANTE ES LEGENDARIO… E IMITADO
Pedro Infante es legendario. Su imagen es tan trascendente en la cultura, que numerosos imitadores suyos han surgido a lo largo de las décadas, desde su muerte en 1957. El caso más sonado el de José Antonio Hurtado Borjón, conocido como Antonio Pedro, quien en base a una confusa estrategia mediática pretendió (con regular éxito) hacerse pasar por el legendario actor y cantante ranchero mexicano.
